El micro-bus eléctrico del Casco Vello se incendia y causa 5 intoxicados

El antiguo busiño del Casco Vello parado en Cánovas del Castillo. Parada Solicitada
El 6 de mayo de 2011 dio comienzo un servicio novedoso en Vitrasa, un circular para el casco viejo. Esto fue una ocurrencia del entonces nacionalista teniente de alcalde, Santi Rodríguez, que con el apoyo del ayuntamiento del PSOE, adquirió un micro-bus eléctrico que cuesta 230.000 euros por el precio de 475.000 (el doble, y a cargo de las arcas municipales) de la marca Bredamenarini, que se estrenaba en Vigo. La línea comenzó con una frecuencia de 30 minutos en laborables, hacía su cabecera en A Laxe, y conectaba con calles como Real, Sombrereiros, Elduayen, Abeleira Menéndez, Ronda Don Bosco, Doctor Cadaval, o Velázquez Moreno. Se detectó que una media de 25 personas diarias se subían a ese busiño, lo cual se traduce en fracaso. De ese modo, el servicio se suspendió en agosto de ese mismo año.

Como de aquellas, Abel no disponía de su ansiada mayoría absoluta y requería del bloque para aprobarlas cuentas del año siguiente, le exigieron que volviese el CCV (Circular Casco Vello). Y así fue. El 7 de noviembre retornó con itinerario renovado: Berbés - Real - Almeida - Sombrereiros - A. Menéndez (sin ir a dar la vuelta al Paseo de Alfonso...) - Pracer - B. Budiño - Bicentenario - X. M. Álvarez Blázquez - Atalaia - A. Ruibal - J. M. Posada - Nazario González - Hispanidad - Camelias - P. Granada - R. D. Bosco - E. Iglesias - Progreso - D. Cadaval - Elduayen - P. Alfonso - Llorente - S. Marta - Torrecedeira - S. Ochoa - J. Benavente - Berbés. Pasaría a tener frecuencia de 40 minutos. Para cruzar Elduayen hacía falta pasar una línea continua en un cruce con cero visibilidad, por lo que finalmente sí se iba a dar la vuelta al paseo de Alfonso.

En múltiples ocasiones el vehículo se averiaba y pasaba días, semanas, y casi un mes, metido en las cocheras. En una de ellas, incluso, volvía después de estar roto, y ni siquiera llegó al Berbés para iniciar servicio. Finalmente, el 20 de agosto se retira definitivamente de la circulación, haciendo pasar página al mundo de los vehículos eléctricos en Vitrasa. ¿Y qué pasó con él? Pues se trasladó al parque de servicios de Lavadores, al lado de la iglesia de Santa Cristina, para transportar a trabajadores de vías y obras. Allí permaneció sin ningún problema, hasta ayer.

TVG
Sus baterías de litio, las mismas por las que al parecer no podía haber radio ni aire acondicionado en el bus, se recalentaron, e hicieron que el bus explotase cuando se encontraba estacionado en el parque de servicios. Esto provocó cinco intoxicados, y que nosotros recordásemos la increíble historia que tiene el busiño detrás. En fin, que toda historia tiene que tener un final de película...
La Voz de Galicia


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